Durante la época posclásica, entre 1200 y 1521 d.C., se desarrolló alrededor del lago de Pátzcuaro la civilización tarasca o purépecha. El origen de este pueblo es desconocido y su nombre adecuado (tarascos o purépechas) es tema de discusión.

 

Lo cierto es que en el periodo Posclásico los tarascos o purépechas como se llamaban a si mismos, se encuentran en la región del actual estado de Michoacán y precisamente la propia tradición de este grupo menciona como patria original el pueblo de Zacapu (Tzácapu en idioma tarasco), situado en el mismo Michoacán.

 

Michoacán que significa “lugar de pescadores”, era una localidad situada a orillas del lago de Pátzcuaro, llamada por los aztecas Tzinizuntzan (“lugar de colibrís”), que constituía la capital tarasca y más tarde dio nombre a la región entera.

 

La designación de “Tarascos”, aceptada ahora por regla general, surgió después de la llegada de los españoles,

 

y al parecer se debe a un equivoco, porque los purépechas utilizaban la expresión tarascue, que significa “mi cuñado”, para dirigirse a los españoles en virtud de que éstos se casaban con mujeres tarascas en los primeros tiempos de la conquista.

 

MARCO HISTORICO

 

La historia de los tarascos comienza con la llegada, a principios del siglo XIV, de un caudillo de nombre Thicatame, procedente de una región que ocupaba parte de los actuales estados de Guanajuato, Jalisco y Michoacán, quien penetra con su tribu en las tierras aledañas a Zacapu, y se desplaza a los gobernantes locales mediante acciones guerreras.

 

Tariácuri, primer gobernante purépecha y fundador de la cuidad de Pátzcuaro, alrededor del año 1370, extendió sus dominios hacia la sierra, parra después dividir toda la región bajo su mando en tres señoríos:; Pátzcuaro, Ihuatzio y Tzintzuntzan. De esta manera, los tarascos extienden sus conquistas hacia el norte, en Jalisco y Colima, y por el sur llegan hasta las tierras del estado de Guerrero sitios donde forman nuevas alianzas con algunos grupos étnicos establecidos en esas regiones, y llega el pueblo tarasco a su máximo apogeo.

 

El expansionismo de los tarascos, impulsado por su carácter aguerrido, les permitió formar un gran imperio, que compartió en poderío con el de los aztecas, a quienes incluso pudieron vencer cuando estos trataron de conquistar el territorio tarasco.

 

Al momento de la conquista española, en 1520, gobernaba Tangoaxan II, quien se negó a aliarse con los aztecas para combatir en contra de los europeos; diez años después, otro gobernante, llamado también Caltzontzin, fue hecho prisionero y ejecutado por ordenes del capitán español a quien se encomendó la conquista de la región tarasca, terminando asi no sólo con la dinastía de gobernantes, sino también la historia de este pueblo que en un tiempo relativamente corto, había formado un imperio de considerable extensión.

 

Fue uno de los pocos pueblos que logró frenar la expansión mexica hacia el Occidente al vencer al tlatoani mexica Axayacatl. Mediante una política expansiva de conquista y sistema de alianzas extendieron su dominio sobre la actual región de Michoacán.

 

ECONOMIA

 

La economía de los tarascos se basaba en primer lugar en la agricultura, y cultivaban principalmente maíz, frijol, calabaza, chile y también algodón y tabaco, mediante sistemas de roza y de riego, así como la construcción de terrazas.

 

En segundo lugar, estaba la pesca como una actividad muy propia de este grupo, asentado en una región lagunera; empleaban canoas hechas de troncos ahuecados, anzuelos de cobre y hueso y es de esperarse que usaran redes.

 

Por último, la caza y la recolección eran también actividades importantes, dad la gran variedad de especies de fauna y flora que produce la región.

 

Respecto al comercio, desempeña un papel muy pobre dentro de la economía, pues no existen en las fuentes documentales referencias a esta actividad ni son mencionados los comerciantes entre los diferentes estamentos de la estructura social.

 

RELIGION

 

El panorama religioso del pueblo tarasco se encuentra descrito en la Relación de Michoacán, pero no existe fuente iconográfica alguna de las deidades que integraron el panteón tarasco.

ØEl dios supremo era Curicaveri , “el gran fuego” o “el gran quemador”, quizás inspirado por la considerable actividad volcánica de la zona, siendo una deidad nocturna, pero era asimismo una deidad solar relacionada con la fertilidad y la creación.

ØEl soberano o Cazonci, “sacerdote supremo”, era el representante del dios de la tierra, por lo cual se le considera divino y al morir era incinerado en una gran pira, para facilitar su camino hacia Curicaveri.

ØUna deidad femenina era, Cuerauaperi, como la creadora y “la madre de todos los dioses de la tierra”, pero al parecer era también “la que hace morir”, es decir se trataba de una diosa de la vida y la muerte, y a ella estaban dedicados los sacrificios humanos y las ofrendas de sangre.

ØOtra diosa importante era Xaratanga, hija de Cuerauaperi, relacionada con la luna y la fertilidad, la cual en ocasiones podría ser una advocación de Cuerauaperi, y entonces estaría representando a la deidad femenina del sol.

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Si bien ahí un sinnúmero de dioses menores, así como una serie de atributos y conceptos relacionados a ellos, que tienen una gran semejanza con la mitología azteca, y esa similitud de rasgos culturales, entre los que cabe destacar el uso del calendario, o  Tonalpohualli, ha hecho suponer una adaptación de la cosmovisión mexica, traducida a la lengua e ideología de los tarascos.

 

MANIFESTACIONES ARTISTICAS

 

Su cerámica, elaborada con técnica relativamente primitiva, muestra un estilo muy particular que revela un agudísimo sentido de la observación. Comprende diversos personajes y animales representados en actitudes tan expresivas que evocan a los títeres de guiñol y así mismo escenas domesticas y grupos de danzarines. Las piezas más notables son casitas o templos cuyo interior contiene muchas figurillas. No se ha efectuado en estas regiones de excavación sistemática alguna, de modo que hasta el momento no es posible determinar la cronología de las culturas que allí se sucedieron.

 

Los tarascos fueron excelentes artesanos, destacaron como carpinteros, en el arte plumaria y especialmente la metalurgia; trabajaron fundamentalmente el oro, la plata y el método de la cera perdida. Fueron también el único pueblo que inició el uso del cobre en utensilios de trabajo (hachas), armas y monedas. Destacaban formas arquitectónicas de tradición local, como las plataformas piramidales llamadas yácatas.